Educando con pasión: neurociencia y emoción

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Esta semana ha sido todo un regalo:  la oportunidad de conocer de primera mano la actividad del Centro de investigación para Mentes Saludables, creado por el Dr. Richard Davidson y enfocado en el estudio del efecto de la compasión, la amabilidad, y el bienestar en el cerebro.

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Dr. Richard Davidson

El Dr. Davidson es experto en neurociencia aplicada para el estudio del bienestar y, en particular, el efecto de prácticas de contemplación y meditación en el desarrollo de habilidades como la capacidad de afrontar y superar las adversidades que la vida nos presenta, como la resiliencia.   También ha dedicado muchos años de investigación al estudio de emociones y su correlación con cambios en el cerebro. 

En el ámbito de la educación, una de las conclusiones más importantes de los trabajos de investigación en este área, en mi opinión, es la relación que hay entre emociones y el proceso de aprendizaje.  El despertar de emociones activa áreas específicas del cerebro, como la amígdala, y logra que todos los eventos relacionados con esa experiencia se memoricen más facilimente.  De hecho, investigaciones recientes han demostrado que eventos emocionalmente intensos modelan la estructura y la forma de funcionar del cerebro.  En palabras de Richard Davidson:  “el cerebro es el órgano que está hecho para cambiar con nuestras experiencias”, y este cambio, denominado “neuroplasticidad”, responde fundamentalmente a cambios de nuestro comportamiento y sucede en el transcurso de toda nuestra vida.

¿Cuáles son las implicaciones que tiene para nosotros como maestros, padres y madres en la educación de nuestros hijos?

  • Para aprender, el mejor recurso es la experiencia.  Es el que genera más emociones, implica más sentidos, y logra por tanto mayores conexiones de neuronas en el cerebro, conexiones que en definitiva aumentan nuestra capacidad de adaptación y de aprendizaje, y que podemos asociar con la inteligencia. ¿De qué manera podemos enriquecer de experiencias constructivas y ricas en emociones positivas nuestro entorno?
  • En el entorno familiar y escolar, las experiencias con mayor intensidad emocional serán las que dejen más huella.  Contar un cuento a nuestros hijos de una manera vívida, hacer una actividad juntos de manera apasionada, crear una experiencia de descubrimiento basada en la curiosidad y el deseo intrínseco humano de maravillarse por la naturaleza son algunos ejemplos del poder de evocar estas emociones y, a través de ellas, despertar lo mejor de nuestros hijos. ¿Qué otras experiencias se te ocurren para conectar con tus hijos y despertar lo mejor en ellos?
  • La música, disfrazarse y actuar, cantar, modelar, jugar son actividades mucho más ricas en emociones que estar sentado escuchando a un adulto hablar.  Introducirlo ennuestras clases y nuestras actividades con nuestros hijos enriquecerá tanto su experiencia como su cerebro, y probablemente hará que disfrutemos más juntos. ¿De qué manera disfrutaréis más juntos?
  • El aprendizaje social y emocional es tan importante como el cognitivo, condiciona el desarrollo intelectual, y afecta tanto al rendimiento académico como, lo que es más importante, al desarrollo de relaciones sanas, tanto de amistad, como relaciones íntimas.  ¿De qué manera podemos inspirar a nuestrxs hijxs, a lxs estudiantes, a desarrollar estas áreas?  ¿Qué experiencias podemos diseñar para ello?  ¿Qué actitudes por nuestra parte favorecerán este desarrollo?

Estas son sólo algunas ideas acerca del fascinante mundo del desarrollo del cerebro y la inteligencia, que apenas estamos comenzando a explorar con técnicas científicas. 

En los próximos años veremos cómo la neurociencia aporta más y más información acerca de qué es lo que caracteriza los cerebros y las mentes de las personas más felices y más sanas, y qué podemos aprender sobre ello para acompañar a los niños de una manera óptima en su aprendizaje. De momento, apliquemos lo que hemos descubierto ya en crear esos ambientes, en la escuela, en la clase, en la casa, que tanto niños como adultos nos merecemos.

La neurociencia, como muchas otras ciencias, da información y conocimientos, y es el uso que hacemos de ellos lo que marcará la diferencia.  Recuerda: el cambio de comportamiento es la clave para cambiar el cerebro, para aumentar nuestra capacidad de adaptación y de aprendizaje.  ¿Qué es lo que vas a cambiar?

¿Qué ideas se te ocurren para utilizar lo que has descubierto aquí? ¿Qué vas a hacer diferente en tu casa, y tu clase?

Te invitamos a que comentes aquí lo que harás diferente y compartas este artículo para que nos inspiremos más y más compartiendo lo mejor. 

Jorge Serrano – Presidente de la Fundación Inspira Educación